Un sábado de noviembre 2020, fuimos al cementerio a visitar a mi mamá, recordando el 16 aniversario de su partida. Carmen y Vilma llevaron desayuno que lo compartimos en un día de otoño bajo un sol acogedor. Tomar desayuno al lado de mi mamá, gozando de una hermosa compañía y conversación fue gratamente satisfactorio.

Vilma mencionó que tenía en su posesión un cuaderno perteneciente a nuestro abuelito Augusto Badillo. Le solicité me permitiera verlo, pedido que ella aceptó de muy buen agrado.

Luego de la visita al cementerio, fuimos a casa de Vilma, donde ella efectivamente me entregó un maletín de plástico conteniendo el cuaderno de mi abuelito Augusto Badillo. Generosamente permitió que llevase conmigo el maletín y lo tuviese el tiempo que lo necesitase.

De regreso a casa, inmediatamente fui a mi escritorio y con el cuidado que pude concebir abrí el maletín para sacar el cuaderno. Es un cuaderno que muestra su edad de más de cien años, pasta negra gastada con el tiempo, parece que alguna vez tuvo una etiqueta en el centro que ahora es solamente un rezago rojizo. Algunas de sus páginas están ajadas, algo amarillentas por el tiempo. Unas cuantas páginas se han desprendido del grupo, pero permanecen en su sitio. La mayoría de páginas aún están intactas. Es un cuaderno que tiene impreso en cada hoja el número de página. Ninguna ha sido perdida de este cuaderno, todo está completo. Recorrí por sus páginas deleitándome y admirándome de sus anotaciones.

En estas páginas vemos a mi abuelito activo en su ambiente. Lo vemos haciendo compras y ventas de terrenos, construcciones en sus terrenos, construcciones de su casa, ayudando en trabajos a amigos y familiares, recibiendo ayuda de amigos y familiares, manteniendo documentos por trabajos y préstamos de él para otros y de otros para él, anotando fechas importantes. Permite ver y deducir el sistema de venta y compra de terrenos en una sociedad organizada bajo acuerdos de la comunidad. Permite ver algo del sistema administrativo del pueblo. El Apoderado tiene autoridad para vender terrenos del pueblo. Permite ver algo del sistema judicial de la época. Quedé sorprendido de la franqueza con que expresa sus pensamientos y la dulzura con que trata a sus animales. Y especialmente el amor a sus hijas.

Admirado por su preocupación de informarnos, me hace pensar que en algún nivel de su ser él sabía que estaba enviando un mensaje a sus nietos mucho tiempo adelante en el futuro. Este trabajo es una cápsula de tiempo. Plasmado en palabras, es un retrato-mensaje de una época y un lugar donde él caminó. Es un mensaje de mi abuelito a sus nietos, cien años más tarde.

Tocarlo en mis manos resultó emocionalmente intenso, pues estaba sintiendo la presencia de mi abuelito a mi lado. Recibo su mensaje con cariño, humildad, admiración y orgullo por mi abuelito.

Presento este trabajo, de mi abuelito Augusto Badillo dirigido a sus nietos, esperando el espíritu de nuestro abuelito nos cobije dulcemente.